27 de febrero de 2025
Información de La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo.
- “En un momento mundial turbulento hay que fortalecer los valores democráticos, de corresponsabilidad (…) cuando el mundo no se preocupa de articularse, de tratar los temas conjuntamente, de encontrar mecanismos para la paz y el progreso compartido, de cooperar, nos dirigimos a escenarios sin salida y con graves consecuencias” -ha afirmado Ruiz Gaitán.
La comparecencia en la Comisión de Cooperación del Senado ha servido para presentar análisis y propuestas para fortalecer una política que es esencial en un contexto internacional marcado por graves y diversas crisis. Es esencial fortalecer políticas, como la cooperación, que contribuyen a la garantía de los derechos humanos y la paz.
Estas son algunas de las cuestiones que La Coordinadora ha compartido con senadores y senadoras:
- Coherencia de políticas. Es necesario que todas las políticas (económicas, ambientales, sociales) trabajen en la misma dirección y garanticen los derechos humanos, la paz, el bienestar y la protección del planeta. La cooperación debe fortalecerse y es imprescindible para alcanzar un horizonte deseable, pero debe ir de la mano de una reducción del comercio de armas, del expolio de recursos naturales y de políticas comerciales abusivas.
- Presupuesto suficiente: una pieza clave. Dos años después de la aprobación de la Ley de Cooperación para el Desarrollo, se han producido avances normativos, pero el reto financiero sigue siendo el gran obstáculo para desarrollar toda su potencialidad y capacidad de impacto en el bienestar de las personas y la protección del planeta. El presidente de La Coordinadora ha recordado que España solo dedica un 0,24% de su Renta Nacional Bruta a la Ayuda Oficial al Desarrollo, muy lejos de la media Europea (0.51%) y el del 0,7% que la Ley establece para 2030.
- Instituciones más fuertes. La Ley destaca a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) como una pieza central para garantizar una cooperación que esté a la altura. Sin embargo, aún arrastra la gran reducción de recursos que sufrió la década pasada y que han derivado en una situación de debilidad preocupante. Para cumplir con el rol que le otorga la Ley, necesita incrementar de forma importante su presupuesto: de los 600 millones de euros de los últimos dos años, debería pasar a los 1.500, en 2025, y a unos 4.000, en 2030.
- Paz y justicia climática. Sin paz no hay desarrollo, sin un planeta sano tampoco. Más cooperación y menos armas, más paz y menos guerra. Es urgente invertir en cooperación y prevención de conflictos, en la garantía de vidas dignas en las que se asegure el acceso a la educación, a la vivienda, a la salud, a un trabajo digno, a los cuidados, a un entorno saludable… Es crucial abordar la emergencia climática y adoptar medidas justas para los países en situación más extrema.
- Más allá del crecimiento económico. El verdadero desarrollo debe repartir la riqueza de manera justa. Es necesario un enfoque más integral que garanticen justicia social, equidad de género, sostenibilidad ambiental y respeto a los derechos humanos.
- Educación para la ciudadanía global. Vivimos en un mundo donde los problemas no tienen fronteras: el cambio climático, las crisis migratorias, la pobreza y los conflictos afectan a toda la humanidad. Es importante contar con una sociedad informada que conozca el impacto de sus decisiones en otras partes del planeta y actúe. Una ciudadanía crítica es clave para exigir políticas justas y sostenibles -locales, estatales e internacionales-.
- La Cooperación descentralizada es fundamental. A pesar de su importancia, la cooperación descentralizada sufre un debilitamiento. Actualmente, representa alrededor del 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo en España, pero su potencial es mucho mayor. La media de los fondos destinados por las CCAA a cooperación se sitúa en un 0,12%, muy lejos del 0,7% comprometido por ley. El margen de mejora es muy amplio.
- España debe liderar. España tiene la oportunidad y la responsabilidad de ser un referente en cooperación internacional. España puede y debe promover un modelo de cooperación con el que demuestre que el desarrollo tiene que ver con políticas coherentes con la paz y los derechos humanos, con la protección del planeta y la construcción de presentes y futuros de bienestar global. La acogida de la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo y de la próxima Cumbre Iberoamericana son buen ejemplo para apostar por un modelo que proteja el presente y el futuro de toda la humanidad.
- La cooperación es seguridad humana y para el planeta. Invertir en desarrollo, en la protección de los entornos, en los derechos humanos, en la garantía de vidas plenas para todas las personas… es la mejor manera de prevenir conflictos y, sobre todo, asegurar presentes y futuros con calidad de vida y bienestar para todo el mundo.
- Responsabilidades compartidas. La responsabilidad le corresponde a todos los actores del sistema de cooperación. Las Cortes Generales, en este sentido, cobran una especial relevancia puesto que pueden garantizar políticas nacionales y de acción exterior coherentes con el desarrollo sostenible y una política de cooperación fuerte. En este marco, las comisiones de cooperación del Congreso y del Senado son muy relevantes.