22 de julio de 2025
Manifiesto de Amnistía Internacional, Movimiento por la Paz, Plataforma Bienvenidos Refugiados y Rioja Acoge.
Concentración: jueves 24 de julio a las 20:00 en la Plaza del Mercado de Logroño, bajo el lema "STOP RACISMO".
NI VIOLENCIA RACISTA NI CRIMINALIZACIÓN COLECTIVA
Ante el racismo, unión y acogida.
Las organizaciones convocantes y las que apoyan, queremos expresar nuestra más firme condena ante los gravísimos hechos ocurridos recientemente en Torre Pacheco (Murcia). Tras la brutal agresión sufrida por un vecino mayor de la localidad, transmitimos nuestra solidaridad con la víctima y su entorno, y deseamos su plena recuperación.
La violencia racista que se ha desatado a partir de los hechos anteriores es absolutamente inadmisible y condenable. Rechazamos con toda firmeza la campaña de criminalización colectiva desatada contra la comunidad marroquí en particular —y migrante en general— residente en la localidad, que lleva años formando parte activa del tejido social de Torre Pacheco. Condenamos especialmente los llamamientos a la violencia y a la “cacería de inmigrantes” realizados en redes sociales por grupos de extrema derecha perfectamente identificables.
Tenemos un problema estructural e institucional con el racismo: en las expresiones de las autoridades, en los medios, en las redes sociales, y en nosotras mismas cuando lo toleramos. Llevamos años viendo cómo proliferan los bulos que atacan a personas racializadas y las culpabilizan de determinados problemas para distraer la atención de sus verdaderas causas y, por tanto, de sus soluciones. Ninguna comunidad debe ser convertida en chivo expiatorio de actos individuales.
Este no es un caso aislado: es parte de una preocupante tendencia de agresiones racistas y xenófobas que no dejan de crecer. Atacan a vecinos y vecinas de origen magrebí, incluidos niños y niñas, pero podrían hacerlo –y lo hacen- contra cualquiera que no encaje en su cerrada forma de ver el mundo: personas racializadas, LGTBIQ +, con discapacidad, en riesgo exclusión social o en situación de pobreza, gitanas, sindicalistas, periodistas, demócratas, feministas... Todas somos objeto de una ira creciente fomentada por partidos y organizaciones perfectamente identificables.
La convivencia es un valor que se construye día a día desde el respeto, la empatía y el reconocimiento mutuo. Torre Pacheco, como tantos municipios del Estado, se ha forjado en parte gracias a la diversidad de quienes lo habitan. Apostar por la convivencia no es solo rechazar el odio, sino también promover espacios de encuentro, diálogo y cooperación que fortalezcan el tejido social y garanticen la seguridad y el bienestar de todas las personas, sin distinción.
La población migrante es ya parte fundamental de la sociedad española. Nueve millones de personas de los más de 49 con que cuenta nuestro país han nacido en el extranjero y de ellas 3 millones tienen ya la nacionalidad española. Muchas trabajan y cotizan y, a fecha de hoy, representan el 14% de las cotizaciones a la Seguridad Social. Su aportación al crecimiento del Producto Interior Bruto es del 25%.
Por no hablar de sectores económicos que se mantienen gracias a su trabajo, aun cuando se encuentran en situación administrativa irregular. Son compañeras de trabajo, amigas y amigos que venden la fruta o nos atienden en el centro de salud; son la familia vecina, el alumnado de nuestros centros educativos, clientes, novias, familia política y, en muchas ocasiones, lo decimos con orgullo, incluso nuestros hijos e hijas.
Hacemos un llamamiento a las instituciones, especialmente a las administraciones locales y autonómicas, así como a los medios de comunicación y al conjunto de la ciudadanía a actuar con responsabilidad. No se pueden tolerar ni alimentar el odio y la desinformación. Defender la igualdad y la dignidad de todas las personas no es una opción: es una obligación democrática y ética: todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Frente al racismo y la xenofobia, pedimos a cada persona que defienda los derechos humanos que garantizan la dignidad de cada persona, que rechace el odio en todas sus formas. Nuestro compromiso debe ser construir una sociedad plural, donde la diversidad sea una fortaleza justa y segura para todas. Contra el racismo, nuestra arma más potente es la solidaridad, un lazo que nos une como comunidad.
POR TODO ELLO, EXIGIMOS
Investigación inmediata y sin impunidad. Exigimos esclarecer la agresión al vecino mayor y todos los ataques posteriores, identificando a los responsables materiales e intelectuales para que rindan cuentas ante la justicia, garantizando que ningún hecho quede impune.
Una Fiscalía General del Estado activa contra el odio. Reclamamos la actuación de oficio de la Red de Fiscales Delegados de Delitos de Odio y Discriminación, tal y como establece la Instrucción 7/2019 de la Fiscalía General del Estado sobre delitos de odio y discriminación (BOE-A-2019-7771), para perseguir la incitación pública y a quienes instigan estas agresiones, o promuevan discursos de odio, linchamientos o pogromos.
Protección real para las familias amenazadas. Demandamos medidas de seguridad efectivas, protección policial cercana, realojo si fuera necesario, asesoría jurídica y apoyo psicológico para que todas las personas puedan vivir con tranquilidad y sin miedo a represalias.
Protección integral de la infancia. Requerimos especial atención y apoyo para los menores de edad que sufren agresiones o amenazas por su origen, así como para quienes son instrumentalizados o captados por grupos de extrema derecha. Es clave prevenir esta manipulación y garantizar su derecho a crecer libres de odio.
Reparación y acompañamiento integral. Todas las víctimas deben recibir asistencia legal, social y psicológica, con recursos suficientes para asegurar su derecho a la reparación y a continuar con sus vidas sin miedo ni estigmas.
Campañas claras contra bulos y odio. Es imprescindible lanzar mensajes públicos claros y sostenidos para frenar los rumores y desmontar los bulos que alimentan el racismo y la violencia, implicando a medios de comunicación, a las propias redes sociales y a las instituciones.
Diálogo y convivencia para reconstruir la confianza. Reclamamos la creación de espacios de mediación vecinal y trabajo comunitario para recuperar la convivencia, frenar la crispación y evitar que estos hechos se repitan.
Formación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para prevenir y actuar. Exigimos que policías, jueces y operadores jurídicos reciban formación específica para prevenir, detectar y responder de forma eficaz ante potenciales delitos de odio, asegurando su compromiso con los derechos humanos y evitando la normalización de actitudes racistas o discriminatorias.
Y el apoyo decidido a iniciativas y proyectos de sensibilización contra el racismo, la xenofobia y el reconocimiento de la convivencia intercultural que se construye día a día en nuestros pueblos y ciudades.
Defendemos un país donde todas las personas, sin distinción, podamos vivir sin miedo. Por eso exigimos a las y los representantes políticos del Estado, de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos, tanto en el gobierno como en la oposición, que defiendan un modelo de convivencia basado en la empatía y la solidaridad frente a quienes lo ponen en peligro. El racismo es un problema real y persigue unos objetivos crueles e inhumanos. Hay que reconocer el problema y luego tomar medidas.
Frente al creciente auge del totalitarismo, salimos a la calle como sociedad civil para defender la democracia, la libertad y la convivencia. Para defender el respeto, la tolerancia y la cohesión social en nuestros barrios, pueblos y ciudades.
Frente al racismo y la intolerancia, unión y solidaridad entre los pueblos.