18 de diciembre de 2024
Noticia de Movimiento por la Paz.
En el marco del 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes, desde el Movimiento por la Paz -MPDL- destacan la urgencia y la necesidad de garantizar los derechos humanos, la dignidad y la seguridad de quienes migran, con una atención especial a las mujeres y grupos tradicionalmente vulnerabilizados.
En un contexto internacional y europeo significativamente marcado por discursos xenófobos y racistas, así como por la tendencia a crear marcos normativos basados en el control fronterizo -que han tenido su manifestación en el Plan Europeo de Migración y Asilo (PEMA)-, resulta fundamental destacar que los movimientos humanos forman parte de la historia de la humanidad.
Por ello, destacan:
- La urgencia de garantizar los derechos humanos de las personas migrantes. Exigimos que los Estados cumplan con los más altos estándares de derechos humanos, incluido en el proceso de implementación del PEMA, y respeten acuerdos internacionales respetuosos con ellos, como el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.
- La necesidad de ratificación por parte de España de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de las y los trabajadores migrantes y de sus familiares. De esta forma, nuestro país daría un paso más en la vanguardia de los derechos de las personas migrantes al convertirse en el primero de la UE en hacerlo.
- La necesidad de crear vías legales y seguras de llegada a España para quienes migran y para quienes requieren de protección internacional. Poner todos los medios a nuestro alcance para frenar las muertes en el Mediterráneo es un deber inexcusable.
- La aprobación de la Iniciativa de regularización extraordinaria como instrumento que frene la vulnerabilidad social de las personas en situación administrativa irregular.
- La prioridad en la identificación y atención a situaciones de vulnerabilidad derivadas de la edad, sexo, género, orientación e identidad sexual, trata o violencias machistas, entre otras.
- El acceso efectivo a todos los derechos de las personas migrantes, independientemente de la situación administrativa que se ostente, y sin la imposición de barreras burocráticas que impidan su correcto ejercicio.
- Dignificar el trabajo en las cadenas globales de cuidados. Garantizar los derechos laborales, sociales y humanos de quienes sostienen esta labor esencial, con especial atención a las mujeres migrantes, erradicando cualquier forma de explotación o abuso hacia ellas.
- Erradicar la trata de personas y las violencias de género. Reforzar los sistemas de protección y justicia, ofreciendo recursos adecuados para las víctimas de estas violaciones de derechos humanos, y promover un enfoque integral que combata las narrativas que naturalizan la violencia y la explotación.
- Mecanismos efectivos para proteger a las personas migrantes, con atención prioritaria a mujeres, niñas, niños y personas LGBTIQ+, quienes enfrentan riesgos elevados de trata, explotación y violencia en su tránsito.
Y hacen un llamamiento a:
- Humanizar las políticas migratorias. Adoptar enfoques basados en derechos humanos, justicia y solidaridad, con atención especial a las desigualdades de género y las necesidades de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad. La transformación de las narrativas migratorias por parte de actores públicos y partidos políticos debe ser un eje central, promoviendo una comunicación que valore a las personas migrantes como sujetos de derechos.
- Promover la participación activa de las personas migrantes. Especialmente de mujeres y comunidades históricamente excluidas, en el diseño, monitoreo y evaluación de las políticas migratorias, garantizando su protagonismo como agentes de cambio. Este proceso debe incluir espacios de diálogo intercultural que fomenten el entendimiento mutuo y rechacen cualquier forma de discriminación.
- El reconocimiento de las contribuciones de las personas migrantes. Las comunidades migrantes enriquecen cultural, social y económicamente a los países de origen, tránsito y destino. Reconocer este aporte es fundamental para generar espacios de diálogo intercultural, fomentar el entendimiento mutuo, la cohesión, combatir prejuicios y actitudes xenófobas, construyendo sociedades más inclusivas e igualitarias. Necesitamos promover narrativas que celebren la migración como una fuente de enriquecimiento mutuo, contrarrestando la estigmatización de las personas migrantes y los discursos de odio contra ellas.
- Ampliar el apoyo a organizaciones que trabajan directamente con personas migrantes. Proporcionar asistencia humanitaria, acceso a la educación, salud, empleo digno y protección frente a cualquier forma de abuso o explotación. Estas organizaciones son esenciales para construir un entorno de acogida más justo y solidario.
- Alejar la normalización de las narrativas racistas. Es necesario oponerse y movilizarse, promoviendo una batalla cultural contra la xenofobia y el odio a la persona migrante. Porque hablamos de personas, de mujeres, hombres, niñas y niños, y es fundamental recordar que, frente a la deshumanización, la polarización y la criminalización de la migración lo que está en juego es la vida de las personas.
Desde el Movimiento por la Paz, reafirmamos nuestro compromiso con una sociedad en la que ninguna persona sea discriminada o excluida por haber cruzado una frontera. Porque migrar es un derecho. Trabajamos por los derechos de las personas migrantes y refugiadas desde nuestra creación hace 40 años.
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