19 de diciembre de 2025
Representantes de organizaciones de derechos y humanitarias, activistas y ciudadanía en general se han unido este viernes en la Concha del Espolón de Logroño para denunciar que, a pesar del alto el fuego, Israel sigue atacando a la población palestina de Gaza e impidiendo el acceso de la ayuda humanitaria que necesita.
Con una cinta roja y vestidas de negro, las personas asistentes han trazado esa línea roja que Israel no debería estar traspasando y que representa los derechos humanos, la protección de la población civil, el respeto al derecho internacional humanitario y el acceso suficiente y sostenido a todo tipo de suministros esenciales.
Las organizaciones convocantes denuncian que más de 300 personas han muerto en decenas de ataques perpetrados por Israel desde la entrada en vigor del alto el fuego el pasado 10 de octubre. La mayoría, al igual que ocurre con las casi 70.000 víctimas mortales en más de dos años de conflicto, son mujeres, niños, niñas y personas mayores.
Así mismo, las convocantes denuncian que las lluvias caídas y el frío van a agravar las ya miserables condiciones de la población, sin refugio adecuado, sin medicamentos ni alimentos suficientes y sin acceso a agua limpia o saneamiento.
Las organizaciones convocantes han recordado que Israel sigue ocupando militarmente la mitad de la franja de Gaza y piden la retirada del ejército y el cese inmediato de los ataques que el gobierno de Israel sigue perpetrando contra la población palestina en Gaza y también en Cisjordania. Piden a España y a la comunidad internacional que ejerzan presión para lograr una paz permanente, el aumento masivo de la asistencia humanitaria y la protección de la población civil.
Las organizaciones que impulsan esta iniciativa en Logroño son Alianza por la Solidaridad - ActionAid, Amnistía Internacional, la Coordinadora de ONG de Desarrollo de La Rioja y Oxfam Intermón. Este mismo acto se ha estado replicando durante estas semanas en distintas comunidades autónomas.
La Línea Roja es una iniciativa que varias organizaciones no gubernamentales, humanitarias y de derechos han impulsado en distintos países como Holanda, Bélgica o Reino Unido.
